viernes, 11 de enero de 2013

First day. Flight: Madrid, Munich, Dubai

La verdad que siempre existe ese cosquilleo interno cuando tienes que marcharte a otro sitio, por la incertidumbre, por como pueden salir las cosas. Pero esta vez no sentía demasiado nerviosismo, al contrario, he estado tranquilo. Hace dos años prácticamente, viví esta situación marchándome a Chester (Inglaterra), y quizás al vivir esa experiencia, digamos que me ha ayudado a tomarme las cosas con calma. Era un 6 de enero y la verdad que me empezaba a dar cuenta de que esto ya se estaba convirtiendo en una realidad.

Para empezar tengo que decir que a veces fuerzo los límites demasiado y por ello, luego hay que improvisar:

Maleta facturada: Exceso de peso
Maleta para subir a bordo: Exceso de peso
Pasaporte: No lo había usado nunca, pero estaba despegado de la tapa.
DNI: Caducado (suerte que no lo voy a tener que usar)



Resultado: He librado con las maletas, veremos a la vuelta.
Primera gracia del viaje: duplicar el pasaporte. Problemas encontrados: Ir de la T2 de Barajas a la T4 para hacer el duplicado faltando 45 minutos para volar.

Por lo demás, tanto el vuelo a Munich, como el vuelo a Dubai, fueron perfectos. Me tocó en asiento de ventanilla y tuve merienda y cena, por lo que en el fondo los viajes se me hicieron más rápidos ya que siempre estabas entretenido. Tengo que reconocer que cuando empecé a ver las bandejitas de comida, tuve un mal recuerdo asimilando que serían como las que da Renfe en el AVE, las cuales la verdad personalmente dejan bastante que desear, que yo recuerde, pero gracias a dios tenían su fundamento.

Vuelos tranquilos sin ningún tipo de problema, las azafatas encantadoras, pude ver "El legado Bourne" durante la noche, visualicé Baghdad, una estampa maravillosa desde el cielo, y en general, puedo decir que todo fue sin contratiempos.


A las 7 de la mañana, aterrizábamos en Dubai (en España las 4 am), y procedíamos a pasar el control de aduanas. La verdad que aquí ya me di cuenta que estaba en otro mundo, colas enormes, numerosos aviones llegando a la misma hora y si no estuve 40 minutos esperando, no estuve ninguno.

El control de aduanas en Dubai es algo diferente, ya comienzas a ver multitud de viajeros procedentes de cualquier rincón del mundo, es una ciudad de conexión de civilizaciones y de culturas. Cuando estás pasando aduanas tienen una cámara de vídeo en la cual tienes que situarte enfrente y te graban para controlar quien entra en el país, entiendo que será para controlar movimientos y tener un control de todos los visitantes, ya que debe haber muchas entradas al país cada día.

Tanto tiempo esperando, hizo que cuando ya habíamos pasado aduanas, las maletas ya llevaban tiempo esperándonos en una parte de la estación, lo cual facilitaba que de ahí, me fuera directo a comenzar mi aventura. Metí la tarjeta en el cajero automático, saqué 300 AED (dirhams) y llamé a un taxi. Dubai me saludaba con un tiempo soleado y deseándome una aventura que jamás voy a olvidar.

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