lunes, 14 de enero de 2013

Mitsubishi Lancer, Go Vaquero!!!!


Lo que sea del César, para el César!! Y es que tengo que agradecer al equipo de la Oficina Comercial de Dubai, su aportación para lograr otro logro en tan poco tiempo y con los problemas que me había encontrado. Gracias a que ellos conocían una empresa de alquiler de coches a nivel local, pude levantarme una mañana de martes como hoy, con un objetivo entre ceja y ceja. Su nombre era Belhasa car rental, y no tenía ni la más menor idea de como llegar, pero la información que me habían pasado mis compañeros de la Ofecome, iba a dar sus frutos.

Eso sí, como todo, habría que pelear un poquito, aquí no se regala nada y hay que mentalizarse de que cualquier cosa puede pasar. Primer taxista que capto, ni idea del sitio del que le hablo, suerte que el segundo y mediando con indicaciones de más o menos que zona era y el nombre de la carretera que estaba cerca, nos dispusimos a ir. En realidad no estaba muy lejos o quizás se me hizo rápido. Comenzamos a adentrarnos en grandes manzanas de almacenes y casas bajas, cada vez más lejos del tráfico de Sheikh Zayed Road. Y por fin, lo leí, Belhasa, comenzaba un tributo interno al miedo de la famosa tarjeta de crédito.

Entré y vi algo de jaleo, pero enseguida me atendió una chica asiática a la que le comente los requerimientos y las condiciones de alquiler que buscaba. Me comentó más o menos los precios, los modelos de coche que tenía y me enseñaron los modelos, por si tenía alguna duda (eso que yo solo quería un coche, me daba igual!!, siempre te acaban haciendo mas difícil y mas responsable de tu decisión). Y como no, la famosa tarjeta de crédito. Mi interior me decía imposible conseguirlo y mi cara era de pero si es lo normal de todos los días, hasta un extranjero me miró pensando que hace este inocente aquí sin tarjeta de crédito. Así que cogí la espada láser y le dije que me lo habían dicho de la embajada española que ellos usaban mucho esos alquileres y parece que la chica lo captó, me volvió a preguntar lo de tarjeta de crédito y directamente me cogió la de débito y a cobrar jajaja. Un chequeo del coche al ojo lirondo, me han apuntado que tenía dos roces, no quiero saber si se dieron con facilidad o no pero noto la presión de que no pase nada, dios no lo quiera. 4 firmitas y he de reconocer la duda de como renovar el coche hasta los últimos días ya que me lo han alquilado para un mes, y no se como hay que hacerlo para prorrogarlo, y con las llaves ya en la mano.
Me subo a mi joven potro automático (nunca he conducido un automático), arranco y me preparo para arrancar (esto me recuerda a Chester, conduciendo al sentido contrario con mi gran amigo Jose Ortega). La bestia ruge ante la mirada de jovenes hindúes que se están preparando para el examen de conducir aquí (ojo como será...)


Y ahora llega lo mejor, si alquilar fue difícil, peor es saber por donde ir. Una de las peculiaridades de Dubai es que no es que haya muchas salidas y accesos a las entradas de las zonas más importantes, las calles no se suelen indicar, así que es una supervivencia en toda regla. No usan los intermitentes y adelantan por donde les viene bien, es decir, aquí con mirar a la izquierda no es suficiente. A parte los pasos de cebra están de adorno, no sabéis la sensación de ver a alguien esperando a pasar y no para ni dios jajaja. Y si te pasas una salida muchas veces igual tienes que estar 20 minutos hasta la próxima salida. ¿Quién dijo fácil?


Carreteras cargadas de tráfico, y paciencia a determinadas horas harán de esta experiencia saludable, yo me pongo la música y a caminar que llegamos tarde y hay que encontrar el camino a casa. Disfrutando de una de las cosas que más me gustan en esta vida, que es conducir, me mezclo entre el caos ordenado de una ciudad que cada mañana inicia una aventura con una carretera que tiene 6 carriles por cada lado y en la cual todos rigen al orden que marcan las torres con destino al cielo que gobiernan la ciudad.

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